domingo, 28 de febrero de 2010

Política educativa.

Son las 5:45pm del último día del mes de febrero, estoy en mi antigua casa, en mi vieja habitación para ser mas exacta, me encuentro tomando un té chai con vainilla, me acabo de sentar junto a la ventana más grande de toda la casa, por descuido se me derramó algo de mi te en la falda blanca, prenda que traigo puesta desde hace horas, estoy descalza, estoy en paz. Hoy ya hace 3 años que falleció mi padre, hoy hace tres años que empecé con una nueva vida, hoy hace tres años que inicie con un nuevo periodo de mí ser, hoy hace tres años que volví a nacer. Tal vez para aquellos que no me conozcan se les haga extraño mi forma de pensar, mi forma de ver las cosas pero, me siento en paz con mi conciencia. Me encuentro feliz en estos momentos de mi vida, me siento plena, me siento completa, nunca pensé que llegaría este momento, en el cual me diría a mi misma que he hecho las cosas bien, o al menos eso creo.


Hace aproximadamente 7 años salí de la preparatoria, no sabía que sería de mi vida, mi corazón estaba roto por una desdicha amorosa, mi mente estaba confundida, recuerdo que en muchas ocasiones llegue a pensar en la salida más fácil y del como sería tan fácil morir y jamás ser recordada por algo que no hice, que tratar de luchar imparablemente con tal de sobresalir e inmortalizar mi rostro por alguna hazaña social, de la cual, la minoría se sentiría orgullosa de mí pero que con el tiempo lo olvidarían.


Era una chica inocente que no sabía como refugiarse de las atrocidades que cometía su padreo, no sé porque teniendo 18 años nunca me salí de mi casa, supongo que era el miedo de encontrarme con alguien peor a él. A pesar de que mi papá tenía un muy buen puesto dentro de la política, de ser un hombre exitoso, el alcohol lo tomo con su híbrido vicio y lo transformó en la cruel persona que llegó a ser, sin embargo a pesar de sus insultos, de su falta de apoyo, de su escasa imagen paterna decidió mandarme a estudiar al extranjero. Pase muchas cosas fuera de mi patria, sin embargo hoy, me puse a pensar en porque hay hombres generosamente amunerados que suelen mandar a sus herederos a estudiar en universidades fuera del país.


Decidí hacerme este cuestionamiento y darle respuesta a la brevedad, antes de ignorar nuevamente la imagen de mi padre, bloquear este pensar y recordarlo tal vez en tres años más. Después de darle vueltas y vueltas al asunto creo que encontré la respuesta. Tal vez los experimentados mayores tomen estas decisiones por muchas cosas pero creo que principalmente se debe a la falta de buena educación superior que puede haber en nuestro país, creo que mi padre veía que la educación superior se hace aún más compleja por estar condicionada por el desarrollo, demandas y presiones del ámbito macrosocial en que se desarrolla. Alguna vez escuche una conversación entre mi padre y el gobernador de uno de los estados más grandes y fuertes al norte del país, en la plática mi padre argumentaba acerca de a falta de desarrollo de la infraestructura física, la falta de coordinación institucional, la escasa planeación nacional, así como restrictivos en la expansión cultural y la ramificación de los servicios públicos.


Mi padre siendo político y reconocido por sus trabajos realizados a favor de la educación a nivel nacional hablaba de esto como si fuera un pequeño problema insignificante, ignorando que en México las universidades conforman un núcleo que aparentemente se hace cada vez más complejo, impredecible y contradictorio. Como si no fuera suficiente con el crecido número de instituciones nacionales patito.


Mañana regresaré a Inglaterra con mi marido, sólo vine a México de paso, me voy con un hueco en el alma de tan sólo pensar que mi nación está en un grave aprieto ya que se acierta en un ciclo de metamorfosis acelerada y sostenida.
Dejaré el recuerd
o de mi padre y formaré parte de mis hermanos de bronce que nos vamos fuera dejando una nación cerrada, centralizada, estadista, corrupta, con grandes caciques en muchos campos de la actividad social, sin embargo sé que regresaré para hacer la hazaña social que de niña veía inalcanzable y difícil de lograr, regresaré a formar parte de esa pieza nacional que aun lucha por el México abierto, descentrado, democrático, modernizador, tolerante y progresista.


Angye Beltrán